Hoy traemos hasta Supernova Musical a Cosmic Birds, un dueto que compone sus temas entre Edimburgo y Valladolid, y que próximamente mostrarán sus temas en la sala My Way como teloneros de Stealwater en su regreso a las salas pucelanas. Será el 29 de abril.
Contadnos la génesis del grupo, ¿cómo nació Cosmic Birds?
Marius: Éramos amigos desde hace tiempo, pero antes de empezar a tocar juntos no sabíamos que cada uno habíamos compuesto temas por nuestra cuenta. Esto fue así hasta que un día le pedí a Ben que compusiera la instrumentación de una de mis canciones porque yo no toco ningún instrumento.
Ben: El caso que nos gustó tanto el resultado que no pudimos dejar pasar la oportunidad de seguir tocando y componiendo juntos, y así es como nació el proyecto.
¿Y de dónde surgió el nombre de Cosmic Birds?
Marius: Estabamos buscando un nombre que representase algo y que nos gustase a los dos. Al final fue Ben quien dio con el nombre.
Ben: “Cosmic Bird” es una canción de Air que ponían de sintonía en el programa “Viaje a los sueños polares”, el primer programa de música alternativa que escuché. Todos los domingos me iba a dormir con esa melodía en la cabeza.
¿Por qué musica en inglés? ¿Os habéis planteado alguna vez pasaros al castellano?
Ben: Sí que nos hemos planteado escribir en castellano, porque creemos que nuestras letras pueden ser bastantes originales y uno de los atractivos de las canciones. Pero la verdad es que llevamos escuchando música en inglés toda la vida y nos resulta más natural componer en ese idioma. Además, nos gusta más la sonoridad que tiene al cantar.
Marius: Además algunos temas pueden pecar de ser excesivamente autobiograficos y de esta manera al tocar en directo no me sentiré completamente desnudo al pensar que no todo el público las entiende perfectamente. Me sentiré como si llevase ropa interior de Dora la Exploradora, pero al menos, llevase algo.
Nos consta que alguien está de Erasmus, ¿cómo se lleva esta relación a distancia?
Ben: Cuando empezamos ya sabíamos que al poco tiempo Marius se iba de Erasmus a Edimburgo. Pero lo llevamos muy bien. Trabajamos mucho en la distancia. Por ejemplo, si Mario tiene una idea, la graba y me la envía, yo la escucho y compongo sobre ella, grabo encima y se lo vuelvo a enviar. Correos cruzados hasta conseguir un resultado que nos convenza a los dos.
¿Es la primera vez que colaboráis con Stealwater? ¿Cuál es vuestro vínculo con ellos?
Marius: Conocí a uno de los vocalistas, David Vila, cuando tenía apenas tres años y él cuatro. Le odié a muerte hasta los trece. Pero el caso es que ahora tanto él como el resto del grupo son de nuestros mejores amigos. Llevamos colaborando juntos muchos fines de semana, de hecho mantenerse fuera de las garras del coma es siempre es un esfuerzo grupal. Musicalmente es la primera vez, pero no la última, esperemos.
¿Tenéis en mente entrar pronto en el estudio?
Ben: Ahora mismo, en nuestro myspace solo tenemos colgadas algunas ideas en acústico pero lo que tenemos en mente es empezar a grabar con un Boss Digital Recorder e introducir todas las ideas que tenemos para cada canción, ya sean voces, instrumentos o sonidos naturales o electrónicos. Es un trabajo complicado, pero se pueden obtener grabaciones con bastante calidad y además es una forma de grabar muy divertida.
¿Qué opináis del panorama musical de Valladolid?
Marius: Siempre hemos pensado que en Valladolid hay mucho potencial y mucha gente con talento. De hecho, muchos de nuestros mejores amigos están en grupos bastante mas conocidos que el nuestro, como los mismos Stealwater, The Jackets, Woodpecker&co o Bycicle Thief.
La ausencia de salas de conciertos en la ciudad hace que para vuestro proximo concierto tengais que desplazaros a 5 km del centro, ¿qué opináis de esto?
Ben: La verdad es que a todos los músicos nos da un poco de pena el hecho de que no haya muchas salas de concierto, pero quizá nosotros en un formato más acústico con piano, guitarra y voces lo tengamos un poco más fácil. La sala My Way es una pasada para dar grandes conciertos, así que aunque esté un poco lejos, yo creo que merece mucho la pena ir.